Saturday, September 09, 2006

Bombón asesino.

La murga tiene la sana (a veces no tanto) costumbre de que una vez terminados los ensayos de los viernes, se sale a comer y a tomar algo. Es así que terminado el ensayo del pasado viernes, la murga fue a comer en este caso al Manchester.

La comida transcurrió casi con normalidad, a no ser por alguna que otra boludez de Ximena, o que un tipo le hacía guiñadas a Martín, o los monólogos interminables de Sergio y seguramente se me escape alguna que otra cosita, lo que importa es que fuera de estos detalles no sucedió nada anormal. El hecho realmente dantesco, se suscitó una vez que nos retirábamos a nuestras respectivas casas en la camioneta del señor director Nicolás Cáceres.

En la camioneta, una Fiorino blanca del año.. bueno no se de algún año, nos retirábamos 10 personas y un bombo (vale aclarar que no era una salida de las 11). Ellas eran: Nico y su copilota Daniela y atrás cómodamente situados uno sobre el otro cual si fueran un tamgran se encontraban : Pablo, Gonza R., Gonza C., Martín, Ximena, Nacho, Gaby, Danielito y el Bombo. La primera parada era la casa de la Gaby por lo cual al llegar a su morada debía de retirarse pero había alguien, bah mejor dicho algo, que no estaba dispuesto a permitir que eso ocurriera. Gaby abre la puerta de la camioneta y se disponía a descender cuando notó que algo le impedía hacerlo, allí se dio cuenta que tenía adjuntado a su cuerpo y como prolongación de su trasero, el bombo.

Comenzó entonces una verdadera lucha entre el bombo, la Gaby y todas las personas que se encontraban comodamente instaladas al interior de la camioneta. A pesar de que estaba en clara inferioridad numérica el bombo presentó batalla y se aferraba con uñas y dientes al vaquero de la Gaby. Mientras tanto, Gonzalo Rodríguez (quien ya había pasado por algo similar allá en Rosario) daba las direcciones técnicas de cómo debía hacer para desengancharse y al mismo tiempo cuatro o cinco manos trataban de separar al instrumento del cuerpo de Gaby , quien para ese entonces ya pensaba en como sería su vida de siamesa. La cuestión es que al no poder separarlos se decidió continuar la lucha fuera de la camioneta, es así que la Gaby procedió a bajarse seguida bien de cerca por supuesto por el bombo. Mientras las demás personas que allí se encontraban morían de la risa al ver a la Gaby retirarse con el bombo a cuestas.

Ya fuera de la camioneta y con más luz empezaron a escucharse posibles soluciones.
Martín: Danielito acompañala hasta la casa, y que se saque el pantalón.
Pablo: el más racional de todos decía: como entró tiene que salir (así empezaba una película).
Danielito: ya pensaba en cargar no solo con el bombo sino también con la Gaby cosa que no sabía si podría hacerlo, convengamos que le cuesta transportar el bombo solo.
Gonza Cáceres: gaby lo que se te va a complicar es para dormir, pero tapalo que no vaya a pasar frío.
Gonza Rodríguez: siempre tan perspicaz dijo: no es lo mismo que se te enganche el bombo a que te garchen el bombo. Sabia frase, por cierto.

Luego de hacer hasta lo imposible por separarlos, Gaby tuvo que tomar la terrible decisión, había que amputar, no quedaba otra. Ordenó entonces que buscaran en su mochila una tijera, pero nadie quería tomar semejante responsabilidad, todos le sacaron el cuerpo a la tijera, menos Nacho quien se ofreció a realizar la operación. Fue sacó la tijera, la probó cortando el aire y se dispuso a amputarle el bombo a Gaby. Finalmente la operación fue todo un éxito y tras la ovación de todos los presentes el bombo y Gaby pusieron fin a su tan aferrada y jocosa unión.